
La buena gestión del tiempo
¿Cómo organiUzas tu tiempo? ¿Vas haciendo tareas según van saliendo? ¿Tienes prioridades y un orden establecido? ¿Sigues algún criterio para realizar las tareas o eres de los/as que vas haciendo las más fáciles y dejando las difíciles para más tarde o nunca?
La gestión del tiempo es algo que preocupa a mucha gente, es algo que paradójicamente nos saca más tiempo todavía y que nos lleva con una gran facilidad hacía la improductividad, la pérdida de tiempo y en consecuencia el estrés y la frustración.
Tener buenos hábitos diarios y con ello una buena gestión de nuestro tiempo es clave para poder rendir en consecuencia en cualquier ámbito. Saber gestionar este tiempo y no caer en horas muertas, sin hacer nada o navegando entre la bandeja de entrada del correo electrónico puede ser un punto de inflexión en tu mejora del rendimiento diario. A veces, menos (bien hecho) es más.
A continuación, os contamos algunas claves muy sencillas para poder adquirir ciertos hábitos y mejorar en esta faceta.
Primero de todo es importante definir en qué áreas y ámbitos voy a querer dedicar mi tiempo:
- Trabajo
- Salud/deporte
- Familia
- Proyectos personales
- Ocio
- Etc.
Hacer una lista con todos los pilares que considero importantes en mí día a día y por los que voy a dedicar un espacio de mi tiempo es la primera fase para poder sacar provecho de ello y llegar a todos y cada uno de los objetivos propuestos.
Pues con ello, cuando organice mis tareas, estas van a ir relacionadas con mis puntos de acción y desarrollo, aquellos que considero importantes de ocupar un tiempo en mi agenda.
Cuando tenga esto claro, voy a poder ir al siguiente paso:
- Hacer un listado de objetivos.
- Estos deben ser bien visibles, deben estar redactados en algún documento que pueda revisar cada día, que me permita no perderlos de vista y recordar dónde poner mi foco de atención.
- Escritos de forma breve y generando una acción, por ejemplo: “Aumentar mis ingresos anuales, hacer 3 días de ejercicio físico, aprender inglés…” de esta forma no voy a perder tiempo recordando cuál era el objetivo.
- Los objetivos me van a recordar el por qué dedico mi tiempo, mi propósito, y van a dar luz a la siguiente fase.
- Hacer un listado de tareas.
- Estas deben estar directamente relacionadas con los objetivos
- Deben ser acciones concretas y específicas, que no divaguen y que me permitan hacer una acción concreta, por ejemplo “redactar informe de ventas para…”
- Las tareas deben estar estrictamente relacionadas con los objetivos, de forma que cada una de ellas, va a ser una concreción de los primeros.
- Deben ser acciones que pueda realizar en un tiempo concreto.
Importante, aquellas tareas que no me acerquen a mis objetivos, debo apartarlas temporalmente o eliminarlas de mi proceso, de lo contrario, interferirán en el proyecto que estamos construyendo.
¿Por qué es importante, como menos interesante, trabajar sobre un listado de tareas?
- Evita olvidar ejecuciones
- Nos ofrece una visión global y más estratégica de nuestras acciones
- Nos ayuda a una mejor toma de decisiones
- Nos permite tener un mayor control sobre las acciones a realizar
- Nos reduce el estrés que genera el no saber qué hacer o la sensación de tener muchas cosas pendientes
- Nos permite priorizar los elementos a los que voy a dedicar mi tiempo
Una vez trabajados estos puntos, los cuales son flexibles, cambiantes y progresivos, es importante tener claras 3 acciones que deberán convertirse en hábitos para poder aumentar nuestra productividad.
- Marcar un día y horas concretas a organizar nuestros puntos de trabajo: Objetivos, prioridades, propósitos, etc. Muy recomendable hacerlo el domingo para empezar la semana o el lunes a primera hora.
- Generar un espacio, visible, dónde pueda marcar las “3T”. Las 3 tareas que voy a dar prioridad en esa jornada de trabajo. Procurar evitar hacer siempre las más “fáciles” o rápidas e ir acumulando las que nos den más pereza, esto sólo provocará estrés y pérdida del foco.
- ¡HAZLO! De nada sirve tener una rutina de ejercicio si no salgo de casa, de nada sirve una buena dieta si no compro los ingredientes que toca, de nada sirve querer aprender si no leo un solo libro.
Deja una respuesta